La Biblioteca: Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación-CRAI
La Coordinación General Académica de la Universidad de Guadalajara, a través de la Coordinación de Bibliotecas, ha llevado a cabo el xii Coloquio Internacional de Bibliotecarios 2005, que cada año se realiza en el contexto de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Como es costumbre, el coloquio reúne anualmente a especialistas en el tópico seleccionado. En esta ocasión el tema ha aportado ricas e interesantes reflexiones de los ponentes invitados sobre “La biblioteca como Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI)”.
El interés de presentar este tema en el coloquio responde al nuevo enfoque de servicios que las bibliotecas han integrado paulatinamente en un buen número de instituciones alrededor del mundo. Los cambios generados a partir del surgimiento arrollador de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en las últimas dos décadas, la innegable necesidad de conformar modelos educativos innovadores centrados en el aprendizaje y la imperante necesidad de contar con información como insumo básico de la sociedad del siglo xxi, configuran un panorama que plantea la inaplazable misión de concebir a las bibliotecas como espacios dinámicos, propiciadores de experiencias, y que brinden a la comunidad educativa una variada gama de recursos informativos y de servicios de información que contribuyan al logro de los objetivos de la educación.
La integración de las Tic en la docencia, la investigación, y en todas las actividades tanto universitarias como personales, ha planteado nuevos retos a la biblioteca, ya que los métodos de enseñanza, las formas de aprender que llevan a adquirir conocimientos fuera del aula y más allá del profesor del grupo, hacen que la relación del universitario con la información y con la biblioteca sea más demandante, dinámica e interactiva. Esto no tiene marcha atrás, por el contrario: continuará incrementándose.
Las tecnologías de la información y la comunicación han potenciado de tal forma el uso de la información que se ha diversificado el cómo usarla, en dónde encontrarla y en qué momento solicitarla, lo que obliga a responder estos planteamientos desde distintas perspectivas relativas a los diversos actores sociales; el profesor y el estudiante, en la escuela; el investigador, el profesor y el estudiante, en el laboratorio; el investigador, el profesor y el estudiante, en la biblioteca; todos ellos en principio deberían estar relacionados, sin embargo muchas veces el enfoque es diferente y no se coordina en forma plena.
En este contexto, la existencia de los especialistas de la información tendrá sentido en el mundo cambiante de hoy, en tanto apoyen a la educación y a la investigación, también en la medida en que la sociedad se apropie del conocimiento formativo y de aplicación.
Cualesquiera que sean las denominaciones que se le asignen, la biblioteca es la institución social que se responsabiliza de conectar a un individuo con el mundo de la información seleccionada, organizada, dirigida a necesidades específicas. El concepto de Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI) ha evolucionado durante los más de cincuenta años de su aparición; ello ocurrió así como respuesta a las demandas de apoyo para la formación de los alumnos por parte de las instituciones educativas; pero independientemente de su denominación, lo que no se puede perder de vista es su esencia.
Los objetivos que persigue el CRAI son, entre otros, los siguientes:
Promover una variedad de materiales, recursos tecnológicos y métodos de enseñanza para mejorar el proceso de aprendizaje; proporcionar servicios de información que contribuyan al logro de los objetivos de la educación; facilitar y mejorar los procesos de aprendizaje e investigación; expandir la enseñanza y sacarla del salón de clases; cumplir la función de formar a los estudiantes en las habilidades de búsqueda de información con la finalidad de que se conviertan en estudiantes autodirigidos y que aprendan para toda la vida; ofrecer a los estudiantes una aproximación personal al éxito académico mediante el estudio independiente, tutorías individualizadas y métodos alternativos de enseñanza.
Para transformar las bibliotecas en CRAI es importante contar con el apoyo político y económico de las autoridades universitarias y, por otro lado, es imprescindible también motivar a los profesores para que participen en este proceso, con un concepto renovado acerca del aprendizaje.
Otro más de los aspectos también de gran importancia y que requieren atención inmediata para la prestación adecuada de los servicios propios del CRAI, es la necesidad de mejorar el diseño de las bibliotecas, cuyas características están variando con gran rapidez.
Muchas más ideas, comentarios y propuestas alrededor de este tema se anotan en la plataforma de la reflexión, a través de las conferencias de los ponentes que participaron en este XII Coloquio Internacional de Bibliotecarios: Estela Morales, Nelly Mac Kee, Juan Carlos Marcos Recio y Ana María Peruchena, entre otros connotados especialistas en la materia.
Ponemos en sus manos, estimado lector, esta compilación de interesantes trabajos respecto a la biblioteca considerada como CRAI, esperando que disfrute su lectura.
Ruth Padilla Muñoz
Coordinadora General Académica